jueves, 5 de junio de 2014

Conocí una vez a un diablo poeta que coleccionaba luchas olvidadas, convertía en cucarachas de azúcar a las princesas justo después de robarles el alma, era fuerte y cruel y despiadado, no era mucho más que un sueño, de esos que al despertar cierras los ojos para seguir soñando, pero que no vuelve jamás. Fue un sueño quizá pesadilla, un diablo enseñando a pecar... yo le enseñé quizá un par de lenguajes, un diablo dejándose atrapar, pero mi intención no bastaba, y como  poeta me supo cautivar... ¿Qué hace un ser mitad humana y mitad ave contra un demonio con versos de fuego y unas ganas terribles de escapar?
Aunque vuelva yo el tiempo no vuelve, ya otros pasos andan nuestro caminar, solo hay una sombra que siempre recorre los callejones de aquel frío lugar, cuando mi la topo vuelvo la mirada y mi pecho tiembla un  poquito al recordar, es historia de algo que casi no llegó a pasar, fue más una ensoñación de dos y uno, fue más otra realidad, no hubo tiempo ni espacio para suceder, solo para sentir sin comprender, ni arriesgar ni compartir, solo partir y perder...
Él fue algo así como el aroma del primer otoño...
fue una ráfaga que deshojó mis manos,
brisa fresca que mi campo halló,
dulce veneno de Romeo y Julieta
que uno de los dos nunca tomó.

No fue más que una noche estrellada
de la que perdí su constelación,
densa y espesa bruma nublada
que mi playa de noche cubrió.

Él fue tan solo mi mayor misterio,
la historia que nunca llegaré a soltar.
ni tiempo ni espacio ni fin ni silencio,
mi historia que nunca debió comenzar.

miércoles, 4 de junio de 2014

Plaga

Voy a escribir esta noche,
pues hay hormigas picándome el alma.
Limpiar las migajas del reproche,
y las boronitas que cayeron bajo mi cama.

Tomaré de la alacena
mis ideas insecticidas,
para alejar esta plaga
de infelices hormigas.


De suerte ya tengo la cura,
que piquetes en el alma
nada los cura mejor
que mi bálsamo-poesía
como me recetó el doctor.

 A veces mi casa parece una sombra, un hueco, hay espacios que se van sintiendo fríos, marchitos. Hay veces que no quiero volver. Que siento...