sábado, 29 de septiembre de 2012

¿No me cambia...?

Pensar que el mundo está mal,
que está hundido en mentiras de arcilla.
que se acerca rápido su final,
y que hay corrupción apestando en las esquinas.
Mirar la guerra y reclamar el cambio,
cambios radicales, no cambios ligeros,
cambiar las armas por los labios,
y los 'te odio' por 'te quieros'.
 Cambiar la justicia en garantía,
que si por defectos falla,
apoyar al que con fe porfía,
y convencer al que por miedo calla.
Cambiar mi lado izquierdo
por el derecho de volar al sur,
creer que con el tiempo
el mundo será más azul.
Cambiar las monedas en la tienda
por un poco de paz y de pan,
cambiar la mente y las alas,
¿por qué? ¿Para qué cambiar?
cambiar el mundo, los ojos,
cambiar el 'tú y yo' por el 'nosotros'.
Y al 'nosotros' sumar a los nuestros,
preguntar al tata ¿no me cambia
por mis versos su sabiduría?
que la vida se nos acaba,
 pero nunca la poesía.

A solas sol. (Descartas)

¿Cómo hacer que sepas que detrás de mis palabras están tus besos?
¿Que cada 'te quiero' quiere decir 'me siento tuya',
 que el fuego no arde sin tu boca,
que quiero encerrar el sentimiento para que no huya?
Cómo pudieras ver que mi piel
cubre el rastro que dejan tus labios
y el hervor de mi sangre que me quema.
Es que yo siento y luego pienso
y no sé que es lo que más me hace existir.
Hoy, después de media arena, casi media sal,
se va mi sombra, nos quedamos solos el sol y yo.
Y le conté de cómo brillan tus ojos, y de lo romántica que soy.
De lo que callo, y quemó todo eco de mi voz.
Por eso ahora mismo no sé como explicarte
que la tinta se derrama y llena hojas,
y que tú eres lo que mueve esta pluma.


miércoles, 26 de septiembre de 2012

Escalofrío, delirios y renovación. (Noche 4)

Esta noche no había sed de ti, mi chocolate. Mas por costumbre clamé tu nombre. Te he hecho esperar en mi mesa. Te enfriaste. Mi lengua quemada sonreía entre mis labios, no podía soportarte de otra forma.. Tu espuma seductora se había ido, mas te sorbí y aún más suave estremeces mi ser, mi piel que lucha contra la humedad del patio que está a mi espalda.
Vuelvo, vuelvo a ti después de arde y de entregarme, después de echar al abismo mis flores, por si se hacen mariposas y pueden volar. Mas no, ya no puedo verlas, rebotan, penetran y luego se van. Tomo, beso tu suave y tibio color, mi lengua antes temerosa, te recibe con fervor.
Escalofríos, delirios y renovación.
Te contaré, chocolate, del silencio, silencio que habita en mi ser.
Ese silencio que antes reinaba y luego llega el martes, explota, se comprime y se minimiza ¡no! ¡Basta de silencio! Chocolate, mejor te cuento del mal y del bien. El mal atado a mis piel, va en mi sombra, no me deja, está en mis letras y me duele. El bien, es como tú, de tu familia. Inoportuno, o quizá exactamente puntual. Es una sonrisa, ese es el bien, un gran suspiro que libera.
Un escalofrío más y mi piel estallará, que está sorda de la lluvia, entretenida por el bien, escapando del mal.
Te he buscado una vez más, chocolate, te he besado hasta tu final. Hierves en mis labios, te derramas y escurre una gota que se escapa por la cerámica blanca de tu risa. Revive mi boca, la despiertas. No quiero volar con nuevas alas, chocolate, mis sedes alimentas y te agotas y me dejas entre el bien y el mal, en la mesa de la esquina, bajo la orquesta de la lluvia contra el domo y junto al patio que me empapa de humedad.
Chocolate, fiel testigo de mi vanidad, que me tomas y te bebo a voluntad. Creo que eres poesía, así te llamas, porque yo quiero, porque la poesía no es, y tú sí eres. Mas no estás y aquí está la poesía. Serás lo que no es, y yo, yo tampoco soy, seré quizá el deseo de ser tu voluntad o de ser tuya para ser y estar. Estar siendo, permanecer escribiendo, por adicción a ti, por ser, por estar junto a tu aroma, bebiéndote, siendo tuya.
O tal vez no ser, tan solo surgir como el sabor en mi lengua quemada, o disolverme como la espuma de mi chocolate, o volverme eco y rebotar, penetrar e irme... como el león que camina la sombra, que duerme, que duerme y que besa.
No es como que quiera diluirme, mas la lluvia me induce al llanto. No es como que quiera huir, pero estoy cansada del silencio de mi sombra.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Sentir número 1 (o de heridas escondidas)

Ya ves que no es fácil.
por más que lo intente
no puedo ocultar
que me hechizas al verte.
No me toques, que mi piel se eriza,
que si te siento cerca estremece mi ser,
las nubes bajan y vuelven ceniza
mi débil intento por ya no ceder.
Ve que no es fácil,
porque sí te quiero,
y el adiós no es dócil
con mi corazón.
Yo no estaba lista
pa' verte a los ojos
¿no ves que me pierdo
todavía y aún más?
Yo lo que quiero
es dejar de verte
pero así no puedo
¿no me ves temblar?
¿Qué no ves que siento
tu piel que me quema
y me arden las ganas
de volverte a besar?
¡Para! ya no sigas
no busques mis ojos
no quieras que encuentre
remedio en mi mal,
No quieras brindarme
consuelo sincero
si con tus mentiras
me hiciste llorar.

domingo, 23 de septiembre de 2012

EI poeta fénix


Tu corazón latirá como el cardenal que tibio se acurruca en el lado izquierdo del roble. Estoy segura, ¡así ha de ser!
porque no es tristeza eterna la que ahora te agobia,
quisiera prometerte que todo irá bien.
Mas si el día entristece y tu alma llora y tus ojitos no encuentran la paz,
quisiera pedirte como amiga ahora
que si un buen abrazo o una palabra que anime tu oído te puedo brindar,
no dudes que aquí mi cariño sincero esperando apoyarte podrás encontrar.
Quisiera protegerte del frío del viento, cubrirte en las noches de cruel tempestad;
mas es el otoño que tu necesitas, las hojas del árbol ya pronto caerán.
Dejemos que ardas, consume tus llamas que pronto en cenizas te convertirás,
y luego cual fénix de a poco nacer, abrirás tus alas y tus ojos llenos de felicidad,
y volarás muy alto en tu pecho tibio latirá con fuerza aquel cardenal,
que abandona el roble porque es primavera y quiere cantar.
Y feliz y renacido, serás un fiel testigo de que todo pasa como ha de pasar,
que hay tiempos mejores, las heridas sanan y aunque ahora llores mañana reirás.
Del otoño aprende a ser un árbol deja caer las hojas que han muerto ya,
y da paso a las nuevas que después de invierno, en la primavera te renovarán.
Se un fénix, se un árbol, se cuanto quieras, pero se feliz,
que aquí está un testigo de la luz de tu alma que brilla con fuerza cuando eres un ave y puedes volar.



viernes, 21 de septiembre de 2012

De un suspiro (o porque voy cayendo)

Silencio,
cimbró tantas veces antes
y ahora que no hay remedio
suspira.
Mi alma enmarañada se retuerce
ante la idea de estar abajo nuevamente.
Oscuro abismo de las cenizas de tu piel
en el que caigo y me invade la hiel.
Se tiznan mis manos, se ensucia mi ser,
me daña los ojos y no puedo ver
que voy aún cayendo y que va a doler
cuando abra los ojos y tu ya no estés.
Silencio.
Caer y levantarse,
tiempo de aprender, es necesario,
suspira.
Suspira y porque estoy cayendo
es fácil deducir que estoy sufriendo,
mas no sufro porque se que caigo
y estando abajo subir es prioritario.
Soplaré tus cenizas con suspiros
para que no renazcas como fénix,
porque voy cayendo y en silencio
voy estrellando tu recuerdo contra el piso.

De despedidas.

Quisiera escribir que el adiós no basta,
decir que no importa que te quiera,
mas no es la despedida una tortura
sólo una tristeza pasajera.
Bien dije ayer que todo pasa,
a todo inicio corresponde un fin,
aunque sienta que el dolor me mata
de amor yo no quiero morir.
No espero que vuelvas con las alas nuevas.
No regreses, por piedad, por bien,
si te marchas es porque termina,
tomaremos cada quien su tren.
Yo seguiré aquí, con mi silencio,
mañana seguro que sale el sol.
Tú márchate, renuévate y recuerda
que la vida no es ayer sino hoy.
No importa si di más o si dí menos,
te doy gracias por lo que aprendí,
sigo caminando por nuevos senderos
y seguiré mi vida, como antes, sin ti.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Todo pasa.

-J.L.T. Gracias por su inspiración, 
por dejarme acompañarle hasta la puerta
 que ahora se abre, solo escriba, porque todo pasa.
Nada ha de preocuparme,
no puedo dejarme caer,
las hojas solo caen cuando ya han muerto.
Solo sonreiré un instante infinito.
No hay tiempo, nada es eterno,
nada existe y todo cambia.
No me aferraré a un sol,
no puedo colgarme de la luna,
porque habrá un día entre 28
que también la luna pasará.
Todo pasa:
las glorias, los momentos, la tristeza, la melancolía...
¡todo pasa!
Las aves pasan por el cielo en que las nubes y el viento pasan.
el cielo pasa por tus ojos y tu mirada también pasa por mi piel.
Mi piel pasa poco a poco, la vida pasa por mi piel.
La vida, la vida pasa.
Y tu y yo andamos por el camino,
y los momentos pasan, y las sonrisas,
y las palabras pasan por tu boca,
por donde pasan las letras.
Y las letras pasan por mi mente,
y mi mente pasa por el mundo
como el mundo pasa por mis ojos
y mis ojos que pasaron por la vida,
como el llanto que pasó por mis mejillas.
Pero nada me ha derrumbado porque todo pasa,
como pasará la sonrisa de mi boca,
y se irá a otra boca y pasará
como el tiempo, como la historia, como la ira.
Y pasará la sed, la guerra, las derrotas,
pasará el amor y pasarán las horas.
Pasará el tiempo y tus sonrisas y tu llanto,
y entonces volverá a pasar por mí la aurora.
Pasará la tierra y la lluvia y el árbol,
como pasaron tus manos y las mías,
pasará todo como todo pasa
y al final todo será solo poesía.
Voy buscando con la colilla de mi ojo
tu silueta que me sigue a escondidas,
esperando saciar nuestros antojos
de los labios, de las almas en penumbra.
Camino tus pasos hasta que te encuentro,
la sangre me hierve, se me escucha el pecho,
mientras que tus ojos me cuentan lo nuestro
y tus labios y tus besos me llevan al lecho.
Luego libero al corazón emocionado,
tus manos me moldean la piel y me estremecen
tu boca, tu boca y mis labios entrelazados,
y me entrego y me haces tuya y ya amanece.
Y volvemos a la toma de papeles y de roles,
escapamos del anonimato y su indulgencia,
dejamos atrás parques y callejones
donde la piel no conoce diferencias.
Y sigo mi camino de aves y de peces,
Vuelvo poco a poco a mi cordura,
aunque a cada paso que doy apareces,
y no se note por mi paso con premura.
Siempre estás en mí, cada momento,
no pienses que el fuego se apaga,
Hay por ti en mi un bello sentimiento
mas mi mente muy fácil divaga.
No busco tenerte en un santuario,
pero sí me pareces adorable,
admito que podrías ser necesario,
pero seguro que también reemplazable.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Confusiones y caminos

No pretendas que te pierda,
no permitas que me aleje,
aunque pase lo que pase
siempre en mí estarás presente.
No es que quiera que me entiendas
la verdad ni yo la sé,
No permitas que me pierda,
no quiero dejarte de ver.
Pide que me quede a tu lado.
Quizá la razón a ti te escuche
pues ya mi corazón se ha cansado
de gritarle que te quiere, que luche.
Aunque quizá en otro lado
en un rincón de mi ser
mis sueños se van quedando
y empiezan a envejecer.
Esos sueños por que clamo
me quieren alejar de ti
el problema está en lo que amo
pues tu y mis sueños son parte de mí.
Cualquiera de los dos caminos
quizá me lleven al bien.
La cuestión sería ¿con quién?
y yo quiero que sea contigo.

 A veces mi casa parece una sombra, un hueco, hay espacios que se van sintiendo fríos, marchitos. Hay veces que no quiero volver. Que siento...