jueves, 5 de junio de 2014

Él fue algo así como el aroma del primer otoño...
fue una ráfaga que deshojó mis manos,
brisa fresca que mi campo halló,
dulce veneno de Romeo y Julieta
que uno de los dos nunca tomó.

No fue más que una noche estrellada
de la que perdí su constelación,
densa y espesa bruma nublada
que mi playa de noche cubrió.

Él fue tan solo mi mayor misterio,
la historia que nunca llegaré a soltar.
ni tiempo ni espacio ni fin ni silencio,
mi historia que nunca debió comenzar.

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 A veces mi casa parece una sombra, un hueco, hay espacios que se van sintiendo fríos, marchitos. Hay veces que no quiero volver. Que siento...