miércoles, 5 de septiembre de 2018

Miro tus ojos y todo pierde sentido, sigo tu pupila como girasol, luego me vuelvo pez y nado en tus mejillas, y me vuelvo ciega y a tientas voy conociendo tu boca, como escultor, como mendigo, como ciego. Y el horizonte está flanqueado por tu piel, por tu presencia de cisne, de golondrina, de cuervo.
Y por más que lo deseo no puedo tocar tu mano, mis ojos ven tus dedos mientras juegan en todo y yo no consigo alargar mi mano y tomar la tuya, como que mi mano sabe que no podría soltarte.

Apenas consigo jugar de nuevo a cazar tu mirada, a seguir tu sonrisa para iluminar el mundo. Debe haber algo en tu voz que causa toda esta locura. Debe haber algo en mi interior que sea la causa de toda esta ensoñacion.

Cae la oscuridad sobre los hombros del mundo, y tú solo sonríes y amanece de nuevo. 

 A veces mi casa parece una sombra, un hueco, hay espacios que se van sintiendo fríos, marchitos. Hay veces que no quiero volver. Que siento...