viernes, 23 de abril de 2021

 Quisiera decirte que te amo, que te amé con todas mis fuerzas cada momento que estuvimos juntos (e incluso los que no). Pero ¿de qué serviría? si ya lo sabes, lo has sabido desde siempre y aún así decidiste dañar, herir, lastimar. 

Recuerdo tus palabras cuando te pregunté ¿me bloqueaste? y dijiste "Sí, porque sabía que eso te dolería. Ahí debí irme. 

Me entregué de tal manera que lo tenías todo, quizá eso estuvo mal, realmente no lo sé, pero cualquier cosa que pidieras de mi, lo sabías, lo tenías. Traté con todo mi empeño de hacerte feliz, de hacerte sentir pleno, dichoso, amado. Traté de que no necesitaras nada, pero nunca fue suficiente porque tenías un vacío que nunca pude entender, porque no lo mostrabas, porque el ser que me dejabas ver era uno ya trazado, ya analizado para ser lo que yo quería ver, pero no eras todo tú. 

Me sentí incompleta, insuficiente, "quizás así es la vida, quizás de esto va el amor", y no.

Ojalá nunca sepas lo duro que es darlo todo y no ser suficiente, darlo todo y escuchar de todos "eres increíble, eres muy buena, cualquiera sería afortunado" y pensar "¿y porqué él no? ¿qué me falta?" y pensar que si fuera más alta o con un cuerpo escultural, o si me pusiera lencería y maquillaje todos los días...

y lo más absurdo es que lo intenté, y cada vez dolía más que dijeras "te ves mejor sin maquillaje", "me gustas más natural" cuando a otras tantas les decías lo espectacular que se veían. Nunca importó qué usara, qué me pusiera o quitara.

Ahí debí irme.

Recuerdo ese día que te enojaste mientras lavabas los platos y pateaste el mueble, me puse a llorar y te dije "qué me asegura que no algún día seré yo y no el mueble?" y dijiste "nada". Sentí miedo.

Ahí debí irme.

Sin embargo eras bueno la mayoría del tiempo, aún ahora me invaden tantos y tantos recuerdos lindos del día a día, ir al mercado juntos, salir a caminar, nuestras pláticas y las interminables risas, tu único chiste que es mi favorito, el olor de tu perfume, las caricias...

y por todo eso me quedé. Pero adentro seguía sintiéndome insuficiente, cada vez más pequeñita, cada vez menos y cada que tomabas el celular te perdía. 

Te lo digo, hay dos versiones de ti: una que amo y otra que me da miedo. 

Aveces podía ver esa versión oscura con compasión y pensé mucho tiempo que cuando te dieras cuenta de mi gran amor, sanarías. Porque el amor todo lo puede, ¿verdad?. Pero no, yo creo que siempre viste mi gran amor hacia ti, vamos, no es tan difícil, sabes lo transparente que soy.  Te amé incluso más de lo que me amé y ahí debí irme.

No es si no hasta ahora que veo todo esto, que te pido: viaja hacia adentro, tienes tantas heridas que sanar... hieres porque estás herido y como un lobo atacas porque sientes dolor, me tocó salir herida cuando todo lo quería era ayudarte a sanar y ser felices juntos. 

Ahora me toca sanar a mi también, no puedo ayudarte, ya entendí. Pero también sé que debo trabajar en mi para no volver a pensar que el amor cambia a las personas, que el amor sana, que el amor todo lo puede. Las personas sanan cuando trabajan en sus heridas, cambian cuando trabajan en sus emociones, y el amor sin respeto, se vuelve un campo estéril.

Mírame aquí, amándote y recogiendo mis pedazos, todo este amor que no tiene a dónde ir y se entrega al viento, al llanto, al olvido. Eventualmente pasará el dolor, vendrá la calma y el perdón, volveré a mis horas de tangos, costuras y pinturas, Estaré aquí, creyendo en la magia y mientras va sanando mi más grande cicatriz de amor.

lunes, 19 de abril de 2021

Ya estoy harta de extrañarte, me cansa tanto estar así. 
Quisiera gritar, quisiera llamarte y decirte que sí, que soy la única culpable de esta separación. 
Pero no es así.  
Ojalá te hayas dado cuenta: el tiempo pasa en vano si nada cambia, si a la vuelta de los días sigues siendo el mismo que miente, que manipula, que lastima. 
El amor está intacto, ahí, latente, esperando algo que no sé si vendrá. 
La fantasía me hace esperarte a todas horas, de repente asomo la nariz a la ventana pensando si has vuelto, si acaso me extrañas tanto que habrás decidido venir y hacer nuevas promesas y juramentos y cumplirlos. 
Y luego pienso, si no lo hizo antes ¿Por qué lo haría ahora? 
Siento que cada vez me cuesta más y más verte, reconocerte. Saber quién eres y quién pareces ser. 
Sé que me faltas pero ¿tú, el que me vendiste o el que yo cree?

sábado, 17 de abril de 2021

 Quisiera comenzar diciendo que desde anoche te colaste en mi cabeza, incluso soñé contigo y desperté con un hueco en el alma.

Todo el día he tratado de huir de tu recuerdo, de las cosas que me persiguen a todos lados.

Un vecino escuchó a todo volumen la música que escuchábamos tú y yo, que cantabas y bailabas, música que aprendí a querer y que ahora mismo duele un poco. Corrí al cine y había esta pareja amorosa que tenían un peluche de stitch gigante... primero sonreí pensando "qué bonito", luego de un rato pensé "yo quiero algo así..." y llegué a ti de nievo.  Traté de concentrarme en mi peli favorita y luego recordé nuestras veces en el cine. Afrtunadamente la peli es lo suficientemente larga para que lograra de nuevo concentrarme y disfrutarla. 

Volví a casa y tenía muchas ganas de contarte cosas, de hablarte sobre imágenes maravillosas y de lo poética que me parece esta peli.

han pasado cosas en la manada, H enfermó, Clem está creciendo y cada vez brilla más su gatonalidad. Testaruda, como tú.

Pensé en ir mañana por taquitos de los que comimos la última vez, esos que te gustan... y lloré.

¿Te pasará lo mismo? ¿me extrañarás? ¿te dolerá? ¿Habrá alguien a tu lado ya?

Me invaden preguntas con respuestas que yo no tengo. Solo estoy aquí, con este silencio, con este hueco  en la panza, en el alma, en el pecho, ya ni sé.

Poco a poco voy haciendo las cosas que te pedí que me ayudaras, poco a poco voy haciendo otras tantas que me hubiera gustado hacer juntos. Hoy es el primer día que pongo música triste.

Voy a volver a bailar, no se o he dicho a nadie y quería compartirlo contigo, aunque no estoy segura que te emocionara mucho.

Te hice parte  de mi, y faltas y te extraño. 

Aquí sigo, creyendo en la magia y esperando.

martes, 13 de abril de 2021

día 7. la vuelta al ciclo.

Está ha sido de las semanas más pesadas de mi vida. No puedo evitar pensar en ti a cada rato. ¿A quién le cuento todas estas cosas? Todos los detalles que te hubiera gustado escuchar, los que no... 
Hoy bañé a Clementina, te hubiera gustado verlo. Intenté bañar a Rox, pero no le gusta el agua y paré antes de sufrir su ira. A Helena ni pensarlo, ya sabes cómo es...
Quisiera contarte tanto. 
En mi ilusión te duele tanto que vuelves y me buscas y las cosas cambian y mejoran. Demasiada novela del canal 13.
Hoy hace una semana me pediste un masaje y fue preámbulo del adiós. Quizás no debí hablar, te dolerían los pies pero no el corazón. 
Luego recuerdo todo lo que hay que recordar. Aún no me atrevo a escuchar "conteo regresivo", aunque sé que no, nunca resté tu bondad, tus acciones me fraccionaban el alma, la dividían, la reducían. 
No voy a ahondar más en ello. 
La tristeza me golpea esos puntos que dejaste débiles. 
Me ha costado lágrimas y sangre no correr a ti. No sé dónde ponerme. 
Me llegan ideas que parecen de otra vida, de cómo ser sin ti. 
Y es como comer lo que hay, con desgana. 
No es que quiera vivir sin tí, es que tengo que. 

lunes, 12 de abril de 2021

Día 6. La luna con cara de doctor simi.

 Tu humor, tan tonto a veces y otras tan agudo, punzante y doloroso...

Hoy volví a esos lugares que hicimos nuestros, con la esperanza de encontrar las cosas que me hacían quedarme. Encontré muchas personas, tejiendo sus historias, caminando y a veces huyendo. 

Yo aquí, pendiendo de la ilusión de siempre. Enamorada de la idea de ti, de lo que puedes ser, algún día, quizá mañana, quizás hace un año, quizá un instante... Adolorida por ese que decides ser, hoy, hace tiempo, a ratos.

Voy rumiando día con día las letras, los espacios, las ausencias. Buscando entender, comprender algo nuevo, algo que pasé por alto, y nada...

Encuentro pedacitos de cosas que no tienen sentido, pero que lo tuvieron en su momento.

Encuentro tantas cosas por las que tengo que perdonarme, cosas que dejan lecciones y huellas.

te amé, te amé como nunca, como no sabía que podía. Descubrí nuevos límites de mis sentires, tanto agradables como no tanto. Probablemente te seguiré amando y mis límites seguirán redibujándose. 

Amo ese que puedes ser, y eso me impide ver que el que eres ahora, aunque me ama, me lastima y no me respeta. Así que tengo que amarme yo y respetarme yo. 

Es duro pensar que nos amamos y estamos separados. Es duro porque a veces siento que voy a amarte hasta mi último día. 

Pero también es duro creer ilusionada  que es la luna, cuando es una cara del dr. simi en el cielo.

sábado, 10 de abril de 2021

día 4. amanecer

Amanece y hace una semana del primer día 0. Tengo sentimientos encontrados, la herida empapada y no sé si es llanto o pus. 
El dolor ha pasado a ser lo cotidiano. 
Hay vestigios de amor aquí y allá y seguro también debajo de todo esto. 
Es solo que el dolor está regado por sobre todas las cosas. 
Quisiera decirte tanto y a la vez borrarte, porque dueles. 
El sanador decía anoche que el miedo y el dolor son de la mente, que lo que importa es el corazón. 
Que nos separamos de mente pero lo que importa es el corazón. 
Lo que importa es el corazón. 
Yo no sé si es mi mente, todo aún es turbio. Siento que el corazón está herido y aún con todo, siente tanto, tanto. No puedo decir que no te amo, no puedo decir que alguna vez no te amé. 
De hoy no quiero decirlo y de mañana tampoco, aunque la apuesta es a que seguiré sintiendo el mismo dolor y el mismo amor. 
El tiempo vendrá a llevarse a capricho uno o ambos o ninguno. 

viernes, 9 de abril de 2021

Día 3. El sano vacío: la ausencia.

 Vuelvo a lavarme la herida, aún duele.

Parece a veces que el dolor no se irá nunca. Bueno, eso parece cuando duele.

Estaba evitando pasar por las calles que te guardan...

¿Haz sentido ese vacío cuando baja la inflamación?

¿cómo lo que era grande ahora es pequeño? ¿cómo eso que no iba, ya no está?

Ese sano vacío también es una ausencia y se llora.


Hoy pasé por esos lugares, tuve que usar mi cuerpo para recorrerlos, se sienten distintos, te siento y no en ellos. Es un hecho, ahora recorreré esas calles sin ti, como antes, pero ahora realmente sin ti. 

Dicen que cuando te amputan un miembro a veces aún lo sientes; dicen que en realidad eso que sientes es su ausencia. 

Volví a casa con los ojos vertiendo plegarias para dejar de encontrarte en cada cosa. 

Volví y me lavé la herida, a limpiarla, a rogar que sane ya, que deje de arder.

Ausencia es ausencia, aquí y en China. 

Y toda ausencia duele y toda ausencia se llora.

jueves, 8 de abril de 2021

Día 2, momento 2. Abrir la herida para limpiarla.



¿Dónde pongo todo este amor? 

Te abres el paso entre la pus, la vas limpiando y el bonche de pañuelitos usados solo crece. Vas con cuidado porque cada movimiento duele, cada roce e incluso cada idea. 
Llegas a la herida, expuesta, puedes mirar el dolor y tocas y duele más y arde más y supura aún. Sabes que tienes que atravesar.
Tomas tu recuerdo más filoso -"amor"- le dices y empiezas. ¿Cómo es posible que una herida tan sensible esté cubierta de una capa de "porqués" tan duros? Casi impenetrables. Empuñas más fuerte el amor, lo entierras y duele como incluso antes, o peor. Brotan más y más palabrerias infectadas y poco a poco te das cuenta que tanto amor no supo a dónde ir y generó ese caos y se infectó. 
Alcanzas a ver en el fondo un rostro, un nombre, un beso y el dolor es tanto que sientes morir. 
...
Recobras el conocimiento. Tomas un poco de llanto y te lavas la herida y los ojos. Aunque duele y arde, exprimes hasta sacar la última letra y sabes que así será cada rato, cada día hasta que la infección cese y puedas seguir sanando. 

M.N. 8-4-21.

Día 2. Heridas que supuran.

 Las infecciones pueden darse por un descuido en el ambiente cuando la herida está expuesta y es que este ambiente está plagado de impulsos y memorias, hay partículas de recuerdos flotando entre el polvo y la luz. ¡No toques nada! Basta con entrar en este espacio para reconocer las heridas que supuran. 
Hierve. Burbujean y se resbalan hasta caer al piso toda esta plasta de palabras sanguirulentas, pus pestilente que es síntoma y mal. 
Para detectar la infección notarás:
- Temperatura alta, como olla de presión, ardiente, chillante, a punto de explotar, la cabeza de tanto pensar, de tanta fiebre, ya alucina. 
- Inflamación, producto de acumulación de hubieras y de culpas, de palabras no dichas. 
-dolor
-ardor
-picor. 
Eso y el rastro de pus que me sigue a todos lados. 

María Nogueira, 8 Abril 2021.

miércoles, 7 de abril de 2021

Día 1. Detener la hemorragia.

Se vertían uno a uno los sueños y se rompían como cascarones, se mezclaban irremediablemente con las ilusiones, se ensuciaban y caían hacia todos lados, escurriendo, trazando caminos directo al caño. 
Identificar la herida de donde más emanan, amarrar una despedida y hacer presión, apachurrar con fuerza, hacer torniquete para que no se le vaya la vida (aunque la sensación sea esa). Apretar (los puños, el alma, los labios...) Hasta que ceda el brote de lágrimas a una cantidad más favorable. 
Esta acción puede provocar dolor, pero nadie te lo dice, porque lo importante es frenar la hemorragia. 
Aprieta, aprieta, aprieta hasta que poco a poquito se vayan coagulando las emociones y se forme el tapón vital. Aprieta, no hagas esfuerzos, cualquier movimiento brusco puede alterarlo todo. 

Flota aletargada sobre tu sangre. 
El tiempo traerá la cura.

María Nogueira, 7-4-21

lunes, 5 de abril de 2021

Día 0,2

Dolerá el sol ardiendo sobre las heridas, sobre las palabras y sus puñaladas profundas, sobre los deseos ardientes y las muecas y la desolación. 
Dolerá la caída, el estrellarse contra el asfalto, abrirse en un puñado de estrellitas de cristal arañándolo todo, astillándolo todo. 
Saldrá el dolor y entrarán otras cosas, entrarán polillas aleteando al foco, las hormigas buscando el pan y el viento buscando tu sombra. 
María Nogueira, 2021.
Ninguna oscuridad era suficiente,  yo siempre ansiaba la luz, la hoguera y cierto, también la penumbra, pero no era suficiente oscuro. 
Hay oscuridades que absorben y otras tantas que llenan. 
Yo quería que las tinieblas lo inundaran todo, lo quemaran todo, lo borraran todo. 

 A veces mi casa parece una sombra, un hueco, hay espacios que se van sintiendo fríos, marchitos. Hay veces que no quiero volver. Que siento...