martes, 24 de julio de 2018

A veces te dibujo en mi silencio,
grabo tu silueta en mi pupila, tu sonrisa, tu mirada...
A veces te recuerdo en mis horas más ocupadas,
ahí estás, sobre de todo, haciendo mi pulso acelerar,
haciendo química en mis venas,
haciendo volar mis mariposas.

Podría pasar horas enteras en el fascinante trabajo de descifrar lo que gritan tus ojos.
Hacer tesis sobre el cómo tu sonrisa hace que la mía dure más tiempo, sobre tu boca
llena de misterios, sobre tu piel de marfil y tu voz de sombra.

"¿Quién fuera explorador!" Para perderme mientras te encuentro. Para darte un nombre y estrechar tu mano -qué sensación más bella la que me recorre el cuerpo, mientras recuerdo el lujo de tu piel de seda-.

Vuelvo a lo cotidiano, y ahí estás tú.
Voy contando mis pasos y me llevan a ti.
Tu recuerdo se va convirtiendo en mi lugar feliz.  

miércoles, 18 de julio de 2018

Verte fue como si todas las piezas encajaran: todas mis piezas, fue un momento en el que experimenté la totalidad, el nirvana, la armonía.
Nunca alguien me había parecido tan perfecto, aún viendo todas sus complejidades, sus claros y oscuros.
Mis ojos contemplaron todo a detalle y ahora nada de lo que ven alcanza, y ahora te veo en todo.  Tu sonrisa y ese modo de ser perfecta y no saberlo, esa modestia llena de alegría y simpleza. Llenó todos mis espacios. De repente me invadió una sensación de amor tan libre y tan simple, que quise guardarlo para mi, pero se escapó en un incontrolable brillo de mis ojos y un escalofrío.
Hoy lo entendí, el amor es simple. 

 A veces mi casa parece una sombra, un hueco, hay espacios que se van sintiendo fríos, marchitos. Hay veces que no quiero volver. Que siento...