sábado, 25 de agosto de 2018

Cómo evitar sentir tu ausencia, cuando todo me refiere a ti.
Quisiera gritar que quiero verte, que tengo esta extraña sensación en el interior: tengo ganas de escuchar tu risa, de verme en tus ojos, de mirar tus ojos, de tomar tu mano.
Debo admitirlo: te extraño. Hace mucho que mi alma no extrañaba una compañía de esta manera. Acabo de nombrarlo, te extraño con el alma...
Deseo tanto verte llegar que me cala el marco de la puerta.
Voy contando los segundos hasta la siguiente oportunidad de verte, porque verte me hace feliz, mis sentidos se reinician, se agilizan, me siento un poco más viva, y menos.
Tu presencia hace que todo florezca, hace el cielo más azul y el viento más liviano. Me hace zarpar y echar anclas, volar y querer quedarme al suelo. Me hace sentir y razonar al mismo tiempo. 

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