jueves, 20 de enero de 2011

Culpa hídrica

Hoy necesito sacar todo lo que siento, mis ojos están inundados, hay cascadas de letras que solo encuentran orden en los pañuelos desechables.
mas no brotan por mis lagrimales, están cayendo hacia adentro, corren mis arterias, inundan cada órgano, hasta mis neuronas están empapadas, mi sistema se ha bloqueado pues hay palabras impronunciables enredadas en mis cuerdas vocales. Y es que mi cabeza es la culpable, un ataque de estrés me provocó la cosa que más quería evitar sobre esta tierra, no quería que pasara, al menos no este mes, ni este año ni esta vida, ni en este universo.
Una de la más importantes personas en mi vida, la única persona que me recibía siempre con una sonrisa, que me escuchaba, de las personas más sinceras que conozco, fue la víctima de mi desquicio, en un momento de desesperación, le maté, con palabras, con gritos, con una mirada que como daga lancé sin pensar, maté su sonrisa, maté los abrazos que me daba, maté la armonía que me brindaba y maté sin querer mi escape a la fantasía.
Lo que le pedía a la vida, cual niña que a una estrella reclama un príncipe azul, yo imploraba cada noche hasta esa noche jamás perder a esa persona que amo de una manera tan pura, no como amantes, no carnalmente, sino como dos hermanos que más que hermanos son amigos y más que amigos son compañeros de vida; suplicaba cada noche en cada oración jamás perderle, jamás dañarle. hasta esa noche, cuando más que asesinato fue suicidio...
Hoy tras el más hondo arrepentimiento que puedo estar sintiendo, tras la más tonta disculpa que he pedido, y sobre toda la culpa con que se ha rellenado mi alma, nada es igual, y es por eso, porque falta esa sonrisa, porque me falta su abrazo y por que no hay armonía que fluyen desgarrando mi piel miles de palabras que quisiera decirle, en un río revuelto de letras, culpa y añoranza van navegando pequeños barcos de papel al rescate de los recuerdos que también fluyen en este diluvio.
Valla escarmiento que me esta dejando, pues esa sonrisa no ha aparecido y es al parecer el único paraguas que me podría proteger de tan espantosa tormenta, sin embargo con todo lo que ha pasado solo espero que sus brazos sean los que me rescaten de esta pesadilla en que me hundo y en que me estoy ahogando.

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