lunes, 1 de junio de 2015

Que vuelvan los tiempos en que éramos libres, el viento que rozaba nuestras alas… Los momentos en que cada letra decía tu sobrenombre, mi silencio, tu espalda a la que me aferraba, tus guerras, mis ansias… Mi lucha con el diablo. Las mariposas al verte, mi grito al vacío, tu voz, nuestras manos enlazadas, tus notas en la servilleta (de ti aprendí y no importa, son mi más grande tesoro), el misterio, descubrirnos, encontrarnos, coincidir… Extraño el tiempo en tus ojos, el sabor de tus labios, el latir de tus pasos, tus manos de poesía y la guerra en tus brazos. Te extraño Diablo, y es más que una simple añoranza, es un teextraño constante, perpetuo, un buscarte guardado en mi pecho, un abrazo que escapa de mis versos, me marcaste hasta los huesos.

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