jueves, 21 de junio de 2012

Contra el deseo - Ramón Ramón

Contra el deseo. Contra el mínimo movimiento
de un beso que cae al agua, de un beso que sucede ola
y después marejada y después naufragio.


Contra el deseo. Contra los coches que se estacionan
en la calle más oscura de la ciudad,
los coches que se ocultan del tránsito y la luz,
los coches que se paran en los barrios en ruinas
porque el corazón es una llanta ponchada.


Contra el deseo. Contra las playas sucias
como la ropa más sucia del amor,
contra las playas que nadie frecuenta
porque las olas arrastran mil y una porquerías,
contra las playas donde los cuerpos no nadan
y se revuelcan en la arena como los perros.

Contra el deseo. Contra la casa abandonada
llena de polvo y de espejos con polvo,
contra la casa donde entramos con los ojos de agua
y salimos con los párpados empolvados,
contra los cuerpos que se desnudan y se conocen,
contra los cuerpos que se visten y se ignoran.

Contra el deseo. Contra los poetas que lo enmascaran,
contra los poetas que hacen versos como nubes
y no dejan que la luz toque a los insectos,
contra la poesía que es un nido y un pájaro y vuela
y me hace sentir feo y oscuro como un escarabajo.


Contra el deseo. Y contra mí mismo:
calle sin luz donde el escarabajo corre,
coche que busca la playa más sucia,
casa abandonada como un barrio por la noche,
corazón negro de polvo, cara honda de mar,
naufragio, naufragio, naufragio…

                                             Ramón Ramón. 1999.
                                                             

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