sábado, 9 de junio de 2012

Cuando fuimos pájaros...

No he podido hablar sobre lo que siento,
mi cobardía, la emoción de ese momento...
Desde que llegaste todo ha sido nuevo,
y por más que yo lo quiera, no me atrevo.

Hacía semanas pensando en una locura,
daba vueltas en mi cabeza con premura;
la hora llegaba después de tanto esperarla,
mi corazón saltaba y la mente se estremecía.

Había algo en tu mirada, algo que yo no creía,
había algo en tus palabras que descifrar no sabía,
pero había en mi un impulso, tan espontáneo y necesario
de esperarte...
y las palabras huían cuando sólo eramos dos,
no aguantaba tu mirada y mi pena era mayor.

El miedo de ser indiscreta, y dejarte adivinar...
el miedo a ser descubierta y que algo acabara mal.
Y seguro lo notaste, o pudiera ser que no,
pero fue grande el contraste cuando el mundo giró.

No fue coincidencia esperarnos, mas te quedaste ahí.
caminamos y las preguntas comenzaron a salir.
Me tomaste por sorpresa y mi impulso te ayudó,
me dio miedo mas de pronto un 'si' de mi boca salió.
El camino no fue fácil, los nervios me dominaban,
fue la magia en tu mirada que sin rumbo me llevaba.

Tus palabras me hacían eco, crecía mi emoción.
Mas no sabía por dónde ibas y contenía mi ilusión.
Luego dijiste cosas que me llenaron el alma,
me perdí en tus ojos y llegó la calma.
Tu voz se hizo suave, y ya más en confianza
tus palabras sinceras me dieron fe y esperanza.
Me mostré tal cual, tienes un poder muy grande,
me es difícil abrirme mas no fue normal esa tarde.

Y a pesar de que era hermoso y sincero ese momento,
no pude refutar que pienses que no te quiero,
mi pena, mi ego, mi gran arrepentimiento,
ahora solo quiero tenerte enfrente de nuevo.

Esa tarde fuimos aves en un campo solitario,
dinosaurios en cuentos de bosques,
un par de silencios sentados en la escalera.
Fuimos pájaros emprendiendo el vuelo,
amigos que se gustan pero nada pasa...


Te conozco de antes, cuando fuimos pájaros,
por eso tu mirada me habló tan claramente,
por eso no hizo falta nada,
mas que poder sacar ese 'te quiero'
que se quedó atorado en mi garganta. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

La niña María si no tuviera tanto talento y futuro como bailarina, seguro en las letras la hacía ;) Te encuentro muy inspirada:) y qué nerviosa situación...
Un abrazo,

Astrid

Publicar un comentario

 A veces mi casa parece una sombra, un hueco, hay espacios que se van sintiendo fríos, marchitos. Hay veces que no quiero volver. Que siento...