lunes, 28 de enero de 2013

Luciérnagas.


Es de noche, y me han dado nubes en vez de estrellas.
Ya está oscuro y no puedo ver claramente.
La luz artificial me cansa, me agobia.
Amarillo para luz  cálida en invierno.
Luz blanca para refrescar el verano.
Esta noche, mi alma no siente frío, ni calor.
Yo solo quiero temporada de luz natural:
No el día, no la noche,
no es que le tema a la oscuridad...
El estrés de esta ciudad me impacienta.
Si alguien ve lucecitas es que le subió la presión.
Yo vi antes lucecitas, atrapadas en una caja de cerillos.
Perseguí intermitentes ilusiones, risas...
¡Luciérnagas!
Extraño esas estrellas alrededor de mis pasos, el campo,
luces de estación...
Quiero atrapar una luciérnaga esta noche, 
porque su luz me calma, 
aun cuando confío en la oscuridad; 
adelantemos el tiempo de luciérnagas, 
dame la calma en un poco de tu luz...

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 A veces mi casa parece una sombra, un hueco, hay espacios que se van sintiendo fríos, marchitos. Hay veces que no quiero volver. Que siento...