domingo, 20 de mayo de 2018

Podría escribir todas las palabras que se han inventando, las más hermosas y las más honorables, esas palabras que son a penas dignas de ser pronunciadas por las finas lenguas. Podría escribirlas, todas ellas, sobre tu espalda, llenar tu piel con tinta como cicatrices. Y aún así no bastarian para definir el maravilloso poder de tu mirada.
Pondría “Inmaculada” pero negaría la oscuridad de tus pasos que se volvieron llanto. Sería robarte ese pasado que te ha hecho fuerte y te ha traído hasta aquí.
Escribiría “cautivadora” pero lo real es que tu mirada me hace sentir libre. Porque tu mirada sabe de lucha y es poderosa y libertaria.
Podría escribir tantas cosas sobre tu piel, y aún así, sólo escribiría tu nombre.

Porque las letras en su limitado esplendor no bastan para englobarte, para acercarse  a la suavidad de tu aroma, no hay color que se refiera al tuyo, ni sonido que se acerque al tuyo. No había escuchado un ritmo que abarcara tanto mis espacios, que moviera mi voluntad a esos extremos y me conectara de nuevo al origen. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 A veces mi casa parece una sombra, un hueco, hay espacios que se van sintiendo fríos, marchitos. Hay veces que no quiero volver. Que siento...