lunes, 3 de agosto de 2015

Mientras tú creías que no lo recordaba, todos tus besos me cayeron encima, los veía pasar, uno a uno y los sentía en mi boca, mientras dibujaba una mueca que parecía sonreír. Gracias por hacerme sentir la magia y permitirme escuchar el viento en las copas de los árboles. Mientras exista la Luna, existirá mi fe en ti, y los sentimientos subirán hasta mi piel en luna llena y tal vez una ola de besos deje tu nombre en la orilla de mi boca.

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