jueves, 16 de agosto de 2012

Ángel de la condena.

Tan lejano, tan prohibido,
tan fuera de mi realidad,
eres un ángel bendito,
en ti no cabe maldad.
Con tu aliento me alimento,
en tus ojos sale el sol.
Con un roce de tu cuerpo
se me altera la razón.
Eres lo que no he vivido,
eres tú mi soledad.
No se cómo te he conocido
ni se si eres de verdad.
Que fueras un ángel no dudo.
es tu alma celestial
pero por quererte, ángel,
al infierno iría a parar.
Es que me das cosas buenas,
alimentas lo que soy,
 me liberas de cadenas
que esclavizan el corazón.
Tan lejano que te siento
y tan prohibido que estás,
ángel mío, mi condena
¿cómo te he llegado a amar?
Hacerme mal no podrías
contigo no hay temor,
abrázame ángel del cielo
que en tus brazos no hay dolor.

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