viernes, 17 de agosto de 2012

Soñando despierta.

¿Qué tanto debo ser grata?
¿Qué tanto debo ser amable?
Si en un instante me matan
tantas ganas de besarle.
Y me sorprende la vida
queriendo en sus brazos quedarme;
el paisaje se hace claro,
la luz se enciende en su rostro,
magnifica me descubro
brillando dentro de sus ojos.
Es un encanto.
Mi verso se va haciendo prosa,
cuando de mis labios brotan
millares de mariposas
que van rozando mi piel
hasta llegar a su boca.
Mi mente va despertando
tan tímida y confundida,
la realidad me ha jugado
tan cruel y dulce partida
que mis labios han probado
ficticio néctar de eterna vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 A veces mi casa parece una sombra, un hueco, hay espacios que se van sintiendo fríos, marchitos. Hay veces que no quiero volver. Que siento...