Mis versos no hablan de amor,
hablan de ti,
hablan de tus besos y tu boca,
de tus labios, tu sabor,
tus manos y como me tocan.
Mis versos no hablan de ternura,
hablan de ti,
hablan de tu piel y tu mirada,
de tu aroma: mi locura,
de tu cuello, de tu espalda.
Mis versos no hablan de martirio,
hablan de ti,
hablan de la fuerza de tus brazos,
de tu calor que me lleva al delirio,
tus deseos, de mi piel y de tus manos.
Mis versos no hablan ya de poesía,
hablan de ti,
hablan de lo que siento, sin razones,
de cómo quiero que calmes mi agonía
y dejarme llevar por tus pasiones.
Mis versos no hablan tampoco de miedo,
hablan de ti.
Silenciosamente de ti.
Hablan de mis ganas de besarte,
de dejar de escribir esto,
correr y a ti entregarme.
hablan de ti,
hablan de tus besos y tu boca,
de tus labios, tu sabor,
tus manos y como me tocan.
Mis versos no hablan de ternura,
hablan de ti,
hablan de tu piel y tu mirada,
de tu aroma: mi locura,
de tu cuello, de tu espalda.
Mis versos no hablan de martirio,
hablan de ti,
hablan de la fuerza de tus brazos,
de tu calor que me lleva al delirio,
tus deseos, de mi piel y de tus manos.
Mis versos no hablan ya de poesía,
hablan de ti,
hablan de lo que siento, sin razones,
de cómo quiero que calmes mi agonía
y dejarme llevar por tus pasiones.
Mis versos no hablan tampoco de miedo,
hablan de ti.
Silenciosamente de ti.
Hablan de mis ganas de besarte,
de dejar de escribir esto,
correr y a ti entregarme.
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